Le Parc Lumière explora uno de los aspectos más importantes de la obra de Julio Le Parc– su preocupación por los cambios de luz. Más de cuarenta obras, en su mayoría de los años 60, se unen para formar una gran sinfonía de luz en movimiento.

Julio Le Parc, nacido en Argentina en 1928, emigró en 1958 a París, donde continúa viviendo y trabajando hasta el día de hoy. El clima de ruptura política y social de los años 60 constituyó el caldo de cultivo de su polifacética obra, y paulatinamente fue adquiriendo renombre internacional: entre las distinciones que obtuvo se encuentra el Gran Premio de la Bienal de Venecia, que recibió en 1966.

Conjuntamente con sus colegas del Groupe de Recherche d'Art Visuel (GRAV), Le Parc propuso en los años 60 una ruptura con la tradición artística que había prevalecido hasta entonces, alejándose de la obra pictórica estática y acercándose a una concepción dinámica, y con ello, al movimiento constante, que impide la observación estática de la obra. Sus juegos de luz en movimiento modifican el espacio, lo recrean en forma permanente y al mismo tiempo lo eliminan, incluyendo al observador en la obra de arte total.

Las obras cinéticas de Le Parc se sustraen muy a conciencia a cualquier interpretación específica. Le Parc busca otorgarle autonomía al hombre, está muy lejos de querer imponer un determinado punto de vista. En la negación rigurosa de cualquier pretensión de absoluto es donde reside el aspecto más profundamente humano de este arte, y también el más político: un arte que se concibe como liberal y democrático, respetuoso de los hombres, antiautoritario y enemigo de cualquier tipo de culto al genio.

Curador: Hans-Michael Herzog