Fabian Marcaccio y las Paintant Stories
por
Martin Hentschel

Paintant Stories de Fabian Marcaccio es una obra excepcional en todos los sentidos. A lo largo de aproximadamente 100 metros el artista despliega un panorama universal de la existencia contemporánea, con todas sus contradicciones y conflictos.

Fabian Marcaccio nació en 1963 en la ciudad de Rosario, Santa Fe, Argentina, y desde 1985 vive en Nueva York. Desde sus inicios Marcaccio se ha movido entre los diferentes géneros artísticos. El punto de partida siempre es la pintura: desde allí toma impulso para ingresar de diversos modos al espacio real, llegando incluso a instalaciones monumentales u obras de dimensiones esculturales. A la vez, también desde el inicio su pintura se transmite recurriendo a otros medios: hasta mediados de los años noventa trabajó sobre todo con la técnica de la collografía, una forma de monotipia en la que mediante la prensa se pueden transmitir relieves al soporte de la imagen.

En el plano del contenido estas configuraciones abstractas evidencian un diálogo con los paradigmas de la pintura moderna. El artista tematiza una y otra vez la pincelada como metáfora y relé: el trazo no se manifiesta como gesto genial sino que aparece, a modo del cómic, congelado y sufre abundantes mutaciones. En 661 Conjectures for a New Paint Management 1989–2004 (2004), Marcaccio resumió los códigos pictóricos que le sirven de base para el hallazgo de nuevas imágenes. Por otra parte, se liberó del sistema ortogonal del enmarcado tradicional modificando parcialmente los marcos y curvándolos hacia dentro de la superficie de la imagen. Representación y soporte, alguna vez separados de modo estricto en visible y oculto, establecen en estas obras lazos sorprendentes. Además Marcaccio hace que las pinturas y las paredes interactúen físicamente entre sí y de este modo crea configuraciones ambientales.

Fabian Marcaccio, Transcodification Model #2, 1992. Daros Latinamerica Collection, Zürich
Fabian Marcaccio, From Raging Aggression to Decoration, 1997. Daros Latinamerica Collection, Zürich

Desde mediados de la década de 1990 produce cada vez más obras que operan a partir fotografías trabajadas digitalmente: la mayoría están tomadas de la World Wide Web. La posibilidad de escanear motivos fotográficos para procesarlos en los programas de diseño y finalmente asociarlos a yeso, a pintura y a formas de silicona le brinda a Marcaccio un acceso a realidades concretas del mundo de hoy. Es verdad, ya antes Marcaccio introducía signos y símbolos en sus configuraciones abstractas; pero ahora se agregan motivos que sin los programas electrónicos sería casi imposible representar. Esa técnica también le permite trabajar con saltos dimensionales antes irrealizables.

En 2000 Marcaccio crea un monumental Environmental Paintant de unos 4 m de altura y 100 m de largo, en el que se integran visualmente elementos ilusionistas, pintura pastosa y aplicaciones esculturales. El trabajo titulado Paintant Stories se instaló primero en el Württembergischer Kunstverein Stuttgart y luego en el Kölnischer Kunstverein, Colonia. A comienzos de 2002 la obra es adquirida por la Daros Latinamerica Collection y expuesta en 2005 en el Museo Daros en Zurich. El artista relaciona el neologismo con actant, replicant o mutant: los términos remiten tanto a la estructura pictórica que simula procesos biomórficos como al papel activo del espectador. De hecho, la obra Paintant Stories es de dimensiones tan grandes que en el observador se activa de manera automática la conciencia del cuerpo. En consonancia con esto, la visión de la obra solo es adecuada cuando el observador se desplaza delante de la secuencia de imágenes y los elementos pictóricos marcan la velocidad del movimiento: los stacatti abruptos exigen una ralentización, las aplicaciones pictóricas de gran superficie inducen una aceleración. Como contraparte de los movimientos casi cinematográficos de la imagen, apareado con un ilusionismo por momentos extremo, se da del lado del espectador alternativamente la vivencia de continuidad y discontinuidad, o como lo diría el artista mismo, de flow y cut, una experiencia netamente fílmica, comparable con el paneo y el montaje.

En cuanto a los motivos, las Paintant Stories comienzan de modo autorreferencial, mostrando la sustancia fundamental de la pintura tradicional: tela y pintura, especificadas como lienzo y pinceladas. Pero en la trama del lienzo, que está proyectado fotográficamente, el artista integra microimágenes de símbolos políticos híbridos, logos de empresas, retratos, armas tecnoides y, repetidos, motivos pornográficos que a lo largo del cuadro desembocan en monumentales representaciones de símbolos políticos, sexo orgiástico y episodios violentos: un intrincado panorama del mundo actual dominado por los medios.

Resulta interesante el juego entre collage y montaje. Mientras que el primero orienta la atención del observador a la realidad material de la obra –esto sucede gracias a las aplicaciones de pintura y de silicona colorida–, en el segundo la superficie material se substrae, se vuelve pura representación, algo que el artista logra de modo convincente en la impresión digital. El collage apuesta al quiebre; el montaje, al continuum: ambos se funden en Paintant Stories, y lo hacen de modo paradójico, como lo señala el mismo Marcaccio: “Las Paintant Stories son indexicales como la foto, pero literales como una pintura. Son planas, pero hipertexturales. Veloces como la publicidad, pero lentas como la pintura analítica. Gestuales y caóticas, pero enteramente construidas y organizadas. Tienen extensión espacial, pero en ellas se trata del tiempo. Vienen de la múltiple heterogeneidad del collage y se desplazan de un modo nuevo hacia la integración continua, homogénea, de los medios”. A pesar de todos los saltos dimensionales que surgen de la estructura digital originaria de la pintura, en el universo polifocal de Marcaccio todo parece relacionado con todo pero de una manera que el observador no tiene nunca a la vista la totalidad; la mirada se desenfoca sin cesar.

En sus obras más recientes (desde 2011) Marcaccio vuelve a realizar un giro inesperado: reemplaza la red digital codificada por redes reales de cuerdas de cáñamo y las utilizadas en alpinismo. A esto se suma que la pintura, compuesta por alquídicos pastosos y silicona colorida, adquiere una nueva materialidad, experimentable físicamente. 
Aunque a primera vista este tipo de pintura evoca lo abstracto, en el plano del contenido tiene un anclaje más fuerte que la obra anterior. En una especie de enorme ronda de imágenes el artista aborda el lado oscuro de la historia y la mentalidad de los Estados Unidos, elabora temas como el desastre de Waco en Texas, la masacre de Faluya en Irak o los asesinatos de alumnos en la escuela secundaria de Columbine en Colorado… una serie que por ahora no ha concluido. 

Martin Hentschel 2017 (2014)

Traducción de Nicolás Gelormini